Hace un mes fuí al cine con una buena amiga a ver una película de lo que yo denomino "de faldas y vestidos", o sea, de época y cursi a morir. (Lo que se hace por una amiga y cuando una quiere descansar las meninges y tener encefalograma plano por un rato).
Entramos riendo y casi salimos llorando, como poco petrificadas. Las críticas sobre la película son contradictorias, pero la historia que contaba, que en mi opinón lo hacía bastante bien, nos quitó de una bofetada nuestro anhelado spa mental.

El maltrato no es un problema de ahora, ha sido siempre. No es un problema de pobres e incultos, los ricos y sofisticados también lo ejercen. No es que ahora el mundo sea más violento, es que tiene más publicidad porque la mujer tiene poder económico y puede ejercer cierto modelaje sobre la sociedad que ahora la reconoce productiva. (Simplemente porque ahora produce como lo hacen los hombres. La mujer ha sido siempre el mejor "negocio" que ha tenido el varon, no las personas masculinas, entendámonos).
Ahora que la mujer no sólo es "staff" en la vida del hombre, comienza a hacerse público el tema del maltrato, porque ahora somos más iguales que antes.
No nos dejemos engañar por la propaganda. No es una guerra de sexos, ni son los hombres contra las mujeres. Simplemente es el fuerte, el que tiene dinero y ventaja social, contra aquel que se ha colocado en una situación de debilidad y pobreza. No es ni tan siquiera una cuestión de género. Hay hombres maltratados por sus mujeres, a quien han cedido su voluntad y que nunca se defenderán de ellas por vergüenza, porque en el fondo la Sociedad está de su parte.
A ciertos sistemas siempre les será rentable una clase sometida, por sexo, color, religión o cualquier otra excusa. Es un sistema económico muy lucrativo, que se acaba cuando todos pueden competir en igualdad de condiciones.
Blueridinghood
1 comentario:
doncs moltes gràcies per deixar-me triar aquesta pel·li de "faldas y vestidos" que he de dir a mi m'agraden sobretot quan es tracta de distraure'm amb una mica de frivolitat. Ara bé, ja ho has dit tot. La cara de susto que teníem quan vam sortir del cinema tenía molt poc a veure amb les faldilles i els vestits. Tremenda pel·li per reflexionar! B7s!
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