En defensa de los hombres feos

Barbie quédate a Ken, que yo me quedo con el gnomo carismático

Me parece mentira decir esto, que sólo se dice para consolar a las niñas feas que nunca podrán competir con las superbarbies en una discoteca. Pero cual no fue mi azoramiento en una cena de chicas, todas nosotras solteras, una de las que iba de estupenda y era de lo más normal, me soltó el siguiente lapidario discurso, al ver un grupo de chicos al otro lado del restaurant, supongo que tan solos como nosotras.

"Mira ese grupo de chicos. Qué feos que son todos, son el tipo de hombres que has de conocerlos para que te gusten. Pero vamos, no valen nada."

Ella fue más rápida que yo en decir: " Mira que majos, parecen buena gente, ojalá se acercaran a la mesa". No pude ni empezar la frase. Me quedé fulminada. Me sentí perra y mala, cuando yo no había tenido semejante pensamiento en la cabeza. Vale, había pensado que eran normales, y que no estaban buenos, pero que el hecho de que no sobresalieran físicamente, no los imposibilitaba a ser divertidos. Y me hubiera encantado hablar con ellos.

Entonces recordé con amargura a muchos hombres, amigos míos entre ellos, que hacían salir de sus bocas opiniones tan crueles como las de mi colega. Nos merecíamos las mujeres esos exabruptos? Al fin y al cabo parecía que no éramos mejores que ellos?

Investigué durante la noche. Y ciertamente la gran mayoría de ellas, muy normales todas, pensaban igual. No le daban bola a ninguno que no estuviera imponente... Que por otra parte buscaban igual que ellas, alguien que estuviera todavía más bueno que ellos. Lo que me hizo reflexionar hasta que punto hacía yo lo mismo que ellas y era tan superficial como la gran mayoría de hombres.

Es cierto que hay feos que se creen Apolos, igual que estas chicas con las que salí de fiesta y que no merecen ni la saliba necesaria para decir hola. Pero hay otros hombres que como las mujeres normales, que las habemos a montones y que somos la norma, o son normales o feos, y ya me daría yo con un canto en los dientes de tenerlos a mi lado. (Los que conozco ya están pillados, lo que demuestra que todavía quedan mujeres inteligentes... Aunque también es verdad que conozco un montón que no valen un pimiento, al menos para mí, y también están pillados... Ay!)

Esta actitud me lleva un poco al cabreo y a pensar que todos, tanto hombres como mujeres, tenemos un poco lo que nos merecemos. Estaremos siempre solos porque nos creemos superiores estéticamente y se nos olvida que el carisma, o el encanto nada tiene que ver con la belleza física. Y que es lo que de verdad prende la chispa. Incluso aunque sólo se trate de la sexual. Somos una panda de creidos superficiales autoengañados.

Blueridinghood

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