Hubo una época en que las amigas íbamos juntas y a escondidas a los centros de planificación familiar y a comprar condones a las farmacias. Por desgracias las condonerías si existían, nos eran desconocidas.
Cuando los pedías en la farmacia, si ibas sola en ocasiones se nos cachondeaban o nos miravan dicendo
"qué putilla", en vez de decir
"cuanta cabeza tiene esta chica". Así que como al lavabo, íbamos juntas a la farmacia, e incluso en ocasiones los pedía quien ni tan siquiera tenía plan y quizás por eso le echaba más animo a sufrir toda esta presión, acrecentada si había más gente alrededor comprando chupetes y antigripales.
También íbamos juntas y a escondidas a los centros de planificación familiar de la época. Único sitio através del que te recetaban las semiexistentes pastillas anticonceptivas de la época, o te explicaban la forma de no ser madre a los 15, por decir una edad.
En aquellos años de forma clandestina, igual que el beber y el fumar, y a espaldas de las madres, no digo ya de algunos padres, se acompañaban las amigas a informarse sobre las puñeteras pastillas, que sólo te recetaban si tenías problemas hormonales de acné.
(Curioso, que para este caso no hubiera ningún problema y para el otro sí, y el médico lo recetara para horror de la madre de la adolescente a la que acompañaba, a quien veía ahora libre y desatada. Tiene muchas más consecuencias difíciles de afrontar una criatura con una madre adolescente, que un grano de pus gigante, aunque seas ignorada por los chicos hasta que dejas de tenerlos...)Recuerdo aquella vez que acompañé a una amiga para que le recetaran las pastillas a espaldas de su madre, porque el cafre de su novio, no quería usar condón. Con 20 años, ya en los 90 pasados, no éramos crías, no hace tanto, nos trataron como a dos busconas. Nos ficharon, nos tomaron los datos y dimos gracias de que nunca llamaran a la madre de mi amiga, ni a la mía.
Nunca entendí porqué nos tomaron los datos, ni porqué nos trataron como zorrones (lease post anterior para clarificar el significado de estos epítetos), por ir a informarnos de no quedarnos embarazadas del primer cabeza loca, que no se atrevía a comprar condones, que además no sabía ni colocarse por falta de práctica, o porque
ÉL no usaba de eso con las chicas buenas.El finde pasado tuve un doble deja vú o como se suele decir, un salto al pasado. Me llama mi amiga preocupadísima porque se le ha roto el condón con su rollete estable (folloamigo). Y aunque él dice que no pasa nada, ella está todavía angustiada al día siguiente.
Así que pienso que por suerte ya no tienes que ir al hospital de urgnecias, esperar las horas de rigor y explicar toda esa bochornosa historia, que en ocasiones incluye a un chico un poco torpe, descuidado y/o egoista, que termina donde no debe porque le da morbo, pero quedañino es el mal porno. Fuera del condón y haciendo puntería, que nunca la tienen, todo sea dicho de paso. Quedando siempre tu como mínimo como tonta, por liarte con alguien tan corto.
De modo que la tranquilizo diciéndole que vamos a buscar rápido, rápido las dos juntas, una farmacia de guardia y a comprar la
"píldora del día después" y que no va a pasar nada.
Cogemos mi coche y como tenemos suerte aparcamos y la acompaño al establecimiento.
Mierda, nos ha tocado un tío! Susurra ella, pero antes de que yo le eche redaños ella se lanza y pide la pastillita. La mirada del dependiente no tiene igual
"Uf, es una de esas". La pide en voz alta a la persona que hay en el interior. Viva la discrección !!!
Vuelve e interroga a mi amiga si es la primera vez que la toma. (Y a él que le importa? Acaso nos preguntan cuando compramos condones, aspirinas e incluso antibíoticos?). Mi amiga le contesta, (asustada y atontada ella) que hace unos años tomó una porque se les rompió un condón con su entonces novio. Él mira su libreta como intentando disimular ese gesto que dice :
"Y encima reincidente."Nombre y DNI, porfavor? Pregunta el hombre abriendo su libreta, dispuesto a apuntar. No me lo puedo creer!, mi amiga se pone blanca. Ya sólo le falta esto. Está a punto de contestar y le piso un pie por lo bajo, para que se calle.
Es necesario? Pregunto yo impasible.
Sí,porque así nos aseguramos que no vienen siempre la misma persona a bueno... ya sabes...
Pienso: pues no, no se a que viene, por qué no lo dice?, a quien le importa si alguien se infla a pastillas? Con los ansiolíticos y los medicamentos nadie dice nada, pero para una emergencia nos ponemos delicados. Paso de discutir porque mi amiga necesita la pastilla, porque no quiero cabrear al farmaceútico, y encima no conozco más farmacias 24horas y vamos contrareloj.
Sofía, Sofía Martín. Digo yo convencida. (Obviamente un nombre falso). Mi amiga calla y asiente. Ante tanta pregunta al final el hombre accede a no pedir el DNI porque lo considera que bueno, no está muy bien. Y así nos lo explica, pero apunta el nombre en su cuadricula espirolada.
Nos vamos con la pastilla y mi amiga respira tranquila cuando se la toma con un vaso de agua en un bar cerca del coche. Fin de la historia.
Reflexión 1: es delito preocuparse por la salud sexual ya que muchos no se preocupan porque ya lo hacemos nosotras?
Reflexión 2: después de 20 años tenemos que identificarnos por asegurarnos de que no nos dejan embarazadas las desidias o los accidentes, que a todos nos pasan? Tienen derecho a juzgarnos y a formar una lista con nosotras? Acaso no pone una etiqueta en la caja
"Medicamento no sujeto a prescripcción médica" claramente???
Hemos mejorado mucho desde hace 20 años. Ya podemos pedir condones solas, pastillas y cualquier otra ayuda anticonceptiva, sin bochornos ni regodeos. Existen condonerías, donde comprar preservativos, es un acto lúdico, como el sexo muchas veces.
No tenemos que ir a un hospital y pasar por la humillación de explicar en el mejor de los casos, que los hay y muchos, que se nos ha roto el preservativo por accidente y la hemos liado parda, en medio del fragor erótico-festivo. Pero la gente continúa siendo hipócrita a morir e irresponsable, sobre todo cuando no les pasan cosas ni a ellos ni a sus hijas.
Ahora, aunque este no era el caso, hay muchos hombres que acompañan a sus parejas, aunque sean ocasionales, a por la pastilla y que toman responsabilidades anticonceptivas conjuntas con ellas, aunque se acaben de conocer esa noche. Poco a poco. Y siempre estaremos las amigas, para hacer piña, como ha sido toda la vida.
Blueridinghood